El aceite de oliva encierre en si tradición, historia y calidad.
En la mesa, el aceite no se acaba de una sola vez, sino que se echa siempre con bajísimas doses varias veces cada vez que se usa; este modo de consumir el producto lo expone a algunos riesgos: a la oxidación, a la contaminación accidental y al peligro de rellenado con productos diferentes y de calidad inferior respecto al contenido original.
El aceite de oliva se encuentra en el primer lugar en el mundo entre los alimentos más susceptibles de imitación y los productores italianos, que exportan más de un tercio del aceite producido – el más solicitado en el mundo por su calidad – son los más dañados por los usos de alteración.
Para el sector del aceite y del vinagre, Guala Closures suministra una gama diversificada de cápsulas, largas y cortas, versadores estudiados a posta para la viscosidad del aceite para permitir echarlo correctamente y dispositivos antigota para evitar el goteo que se podría producir cuando se para de echar el líquido.